Nulla aesthetica sine ethica. Nulla ethica sine aesthetica.
"Cuando desespero, recuerdo que, a lo largo de la historia, siempre han triunfado la verdad y el amor. Ha habido tiranos y asesinos que durante un momento pueden parecer invencibles, pero, al final, siempre caen. Tenedlo presente. Siempre." Mahatma Gandhi.
"Hay que luchar contra la desgracia con la misma rabia que ella hasta cansarla." Louis-Ferdinand Céline.
"Que tu fragilidad sea tu fuerza." Pina Bausch.
"Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura, porque todos estamos heridos." Alejandra Pizarnik

Friday 15 November 2013

Estatua










En el ensayo "La realidad y su sombra" (1), que se publicó por primera vez en Les Temps Modernes en 1948, escrito por el filósofo francés de origen ruso Emmanuel Lévinas, podemos encontrar este pasaje: "Toda obra de arte es, a fin de cuentas, una estatua, una suspensión del tiempo o más bien su retraso sobre sí mismo. (...) En el instante de la estatua, en su porvenir eternamente suspendido, lo trágico - simultaneidad de la necesidad y de la libertad- puede realizarse: el poder de la libertad se fija en impotencia." Quizás en ese grito con dientes, que en la tradición clásica no estaba permitido ya que sólo aparecían gritos contenidos, sin mueca, como el de Laoconte, gemidos que nadie oye. "El instante de la estatua es la pesadilla" - escribió Levinas.
Permítaseme una imagen, Bruce Nauman "Walking in an Exaggerated manner around the Perimeter of a square", hacia el año 1967-68 durante 10 minutos y 30 segundos. Antes de empezar a caminar, Bruce da un gran portazo y se encierra en una habitación prometiéndose a sí mismo no salir hasta considerarse artista profesional. Nauman no sabe qué hacer con las cosas para que devengan en objetos de arte. Le resulta imposible entender el arte como algo productivo, de ahí la extrema necesidad de cerrar la puerta, para que con tiempo pueda producirse una suerte de segundo nacimiento. Nauman vacía el local de todo lo que los anteriores inquilinos habían dejado, desnuda el espacio de toda huella. Como colgando un letrero en el pomo de la puerta: "el poeta trabaja", que nadie entre aquí. Confiando en deshacerse así de todas las acciones instauradas en la contingencia. Bruce ha descartado ya toda acción de carácter productivo. ¿Cómo concretar su acción artística? Bruce se pasea por el no-taller (al haber renunciado a la producción de objetos) como un animal enjaulado. Ese incansable caminar en soledad va tiñendo el espacio desnudo de un espacio de estudio para trabajar el pensamiento puro. ¿A dónde vas, Bruce? No puedes ser artista de esa manera. Bruce se pone a hacer muecas como si estuviera probando la elasticidad de su rostro, ¿dime Bruce, qué pretendes? 




En el local de al lado está una jovencísima Luka Andeyro que desconociendo a qué dedica las horas su vecino, ella, recién graduada con un máster en arte, se enfrenta a sus propios interrogantes. Ha dado también ¡un portazo! y camina en su local blanco, vacío y desnudo. Ella también se ha desnudado y pintado de blanco, todo el cuerpo. Todo su local está vacío excepto en una esquina, hay una bañera abandonada, único objeto que al vaciar el espacio no retiró, al fin y al cabo es un vacío expectante dentro de otro vacío. Es una bañera blanca, en la que nadie puede bañarse, está desconectada del agua corriente. En esa bañera se tumba, se sienta, balancea los pies, se acomoda, se queda dormida...mientras soporta la soledad entre la esperanza y la desesperanza de encontrar una manera de llevar a cabo su práctica artística, sin nada que hacer, agazapada. Ella necesita buscar un punto de apoyo en el encierro de su pura soledad, y de repente cae en la cuenta de que lleva haciendo gestos todo el rato, que ella no puede escapar del gesto. Por tanto el gesto al precipitarse sobre su cuerpo pone de manifiesto aquello que hay en ella (y en nosotros y nuestros gestos) y que nos domina. Una sucesión de gestos improvisados no-pensados ni coreografiados que quedan petrificados en una instantánea fotográfica-mecánica, imagen de la estatua. Una cámara reflex con temporizador le dispara indolentemente cada 3 segundos. Ella se deja petrificar, cierra los ojos, quieta, muy quieta, se disfraza de espacio, de vacío. Sólo piedra. Tras una sesión fotográfica de 10 minutos, Luka mira por la ventana, y observa como su vecino se está pintando de blanco lentamente todo su cuerpo. ¡Coge los prismáticos entusiasmada! Es cierto, parece haber un hombre joven que se pinta de blanco como si de un ritual se tratase, no está segura, pero le parece que este joven se está grabando con una cámara de video. Más adelante, lo comprueba en la prensa especializada: "Art Make-up" by Bruce Nauman.



(1) HAND, Seán (ed.), The Levinas Reader, Basil Blackwell Ltd., Oxford, 1989. [Trad.cast.: Lévinas, Emmanuel, La realidad y su sombra, Trotta, Madrid, 2001. ]


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