Nulla aesthetica sine ethica. Nulla ethica sine aesthetica. "Cuando desespero, recuerdo que, a lo largo de la historia, siempre han triunfado la verdad y el amor. Ha habido tiranos y asesinos que durante un momento pueden parecer invencibles, pero, al final, siempre caen. Tenedlo presente. Siempre." Mahatma Gandhi. "Hay que luchar contra la desgracia con la misma rabia que ella hasta cansarla." Louis-Ferdinand Céline. "Que tu fragilidad sea tu fuerza." Pina Bausch. "Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura, porque todos estamos heridos." Alejandra Pizarnik
Wednesday, 1 May 2013
At the beginning of the happening while Julieta's text was sounding / Al principio del happening cuando el texto escrito por Julieta estaba sonando
At the beginning of the happening while Julieta's text was sounding
1 comment:
Anonymous
said...
La vida, por definición, es conflicto. Nacer significa amanecer a la maravillosa experiencia de la Vida pero también tener que morir. Afortunadamente el viaje bien planteado merece la pena. Probablemente los niños en el vientre de su madre ya se deprimen. La vida es equilibrio, La homeostasis es una característica inherente a la vida y el que resiste gana. Nadar contracorriente cansa. A veces necesitamos ayuda. La vida nos expone a tragedias, sufrimientos y contratiempos que pueden afectar a todas las fibras de nuestro ser. Hay en la vida conflictos por doquier y cada persona desarrolla una capacidad de sufrimiento que, por muy grande que pueda llegar a ser, a veces se agota. Creo que en muchas ocasiones la depresión tiene su origen en ese agotamiento de la capacidad de sufrir o de la habilidad de salir del sufrimiento o de convivir con él. Cada individuo tiene un perfil único, pero creo que la depresión nos afecta a todos y es propia de la condición humana. Hoy, tal como está el mundo, quién no se deprima en algunos momentos de su vida es que es un armario. Antiguamente, hace años o milenios, tal como estaba el mundo, también. La intensidad de las causas, la capacidad innata o adquirida para superarla y la disponibilidad de compañía y ayuda, condicionarán la respuesta y el curso de la depresión. Creo también que la distancia entre una crisis depresiva profunda y la salida de ese agujero negro a terrenos más apacibles no es muy grande aún cuando no lo perciba así quien la sufre. Un factor crucial para salir de la depresión es sentir la compañía y la comprensión. La vida de un individuo solo "abandonado a su suerte" es difícil, corta y casi siempre miserable, porque el ser humano está inventado para vivir en sociedad, pandilla, comunidad, familia... y cada individuo requiere, necesita, ocupar un lugar, desarrollar un papel en la sociedad. La organización social tiene ventajas pero implica competencia, lucha, estrés... Los logros de la sociedad son impresionantes pero también lo son sus miserias. La sociedad en si misma es contradictoria. Creo que la educación debería desde el principio enseñar a enfrentarse a la ansiedad y a su prima la depresión, pero es precisamente por donde muchas veces empieza. El arte, el deporte, los paseos al aire libre. Viajar. Preocuparse por y ayudar a los demás. Escribir: contar historias, leer o escribir poesía. Dibujar, pintar. El teatro. El cine. La jardinería. Bailar, hacer aeróbic. Ver el mar, pasear por la playa. Oír o hacer música. Amar y sentirse amado. Son actividades, tareas o actitudes que favorecen la comunicación con los demás y la autoestima que es imprescindible para sobrevivir. Los sanadores, los consejeros, los profetas, los falsos profetas, los echadores de cartas, los ministros, los pastores, los gurús, los maestros, los pontífices, los psicólogos, los confesores, los inquisidores... Han existido siempre, porque son necesarios aún cuando, por su condición de humanos -incluso los iluminados, ungidos y condecorados-, son falibles y con frecuencia ineficaces y hasta dañinos, pero poniendo todos los paréntesis y haciendo todas las salvedades, son mejor que nada (aunque no siempre). Son eficaces los amigos, los hermanos (de sangre o espíritu), los compañeros, las almas gemelas, los padres (espirituales, biológicos, adoptivos), los abuelos (etc.) y por supuesto los que dedican esfuerzos a ayudar y han aprendido a enseñar a los demás a dar sentido a su vida. Creo que la vida es un viaje maravilloso que tenemos que hacer cogidos de las manos de quienes nos acompañen. Lo mejor está siempre por llegar, bajarse en marcha no es la solución. Creo que el arte participativo es una realidad objetivamente saludable, una auténtica barrera para la depresión: Tocar en una orquesta, montar un blog y hablar de arte, cantar en un coro, pintar un muro, decorar la cabecera de la olas haciendo wind surfing, o llevar a un grupo de niños a un museo son algunas de las inolvidables experiencias a las que ninguna depresión nos debe aconsejar u obligar a renunciar.
1 comment:
La vida, por definición, es conflicto. Nacer significa amanecer a la maravillosa experiencia de la Vida pero también tener que morir. Afortunadamente el viaje bien planteado merece la pena.
Probablemente los niños en el vientre de su madre ya se deprimen.
La vida es equilibrio, La homeostasis es una característica inherente a la vida y el que resiste gana.
Nadar contracorriente cansa. A veces necesitamos ayuda. La vida nos expone a tragedias, sufrimientos y contratiempos que pueden afectar a todas las fibras de nuestro ser.
Hay en la vida conflictos por doquier y cada persona desarrolla una capacidad de sufrimiento que, por muy grande que pueda llegar a ser, a veces se agota. Creo que en muchas ocasiones la depresión tiene su origen en ese agotamiento de la capacidad de sufrir o de la habilidad de salir del sufrimiento o de convivir con él.
Cada individuo tiene un perfil único, pero creo que la depresión nos afecta a todos y es propia de la condición humana. Hoy, tal como está el mundo, quién no se deprima en algunos momentos de su vida es que es un armario. Antiguamente, hace años o milenios, tal como estaba el mundo, también.
La intensidad de las causas, la capacidad innata o adquirida para superarla y la disponibilidad de compañía y ayuda, condicionarán la respuesta y el curso de la depresión.
Creo también que la distancia entre una crisis depresiva profunda y la salida de ese agujero negro a terrenos más apacibles no es muy grande aún cuando no lo perciba así quien la sufre.
Un factor crucial para salir de la depresión es sentir la compañía y la comprensión. La vida de un individuo solo "abandonado a su suerte" es difícil, corta y casi siempre miserable, porque el ser humano está inventado para vivir en sociedad, pandilla, comunidad, familia... y cada individuo requiere, necesita, ocupar un lugar, desarrollar un papel en la sociedad.
La organización social tiene ventajas pero implica competencia, lucha, estrés...
Los logros de la sociedad son impresionantes pero también lo son sus miserias. La sociedad en si misma es contradictoria.
Creo que la educación debería desde el principio enseñar a enfrentarse a la ansiedad y a su prima la depresión, pero es precisamente por donde muchas veces empieza.
El arte, el deporte, los paseos al aire libre.
Viajar.
Preocuparse por y ayudar a los demás.
Escribir: contar historias, leer o escribir poesía.
Dibujar, pintar.
El teatro.
El cine.
La jardinería.
Bailar, hacer aeróbic.
Ver el mar, pasear por la playa. Oír o hacer música.
Amar y sentirse amado.
Son actividades, tareas o actitudes que favorecen la comunicación con los demás y la autoestima que es imprescindible para sobrevivir.
Los sanadores, los consejeros, los profetas, los falsos profetas, los echadores de cartas, los ministros, los pastores, los gurús, los maestros, los pontífices, los psicólogos, los confesores, los inquisidores... Han existido siempre, porque son necesarios aún cuando, por su condición de humanos -incluso los iluminados, ungidos y condecorados-, son falibles y con frecuencia ineficaces y hasta dañinos, pero poniendo todos los paréntesis y haciendo todas las salvedades, son mejor que nada (aunque no siempre).
Son eficaces los amigos, los hermanos (de sangre o espíritu), los compañeros, las almas gemelas, los padres (espirituales, biológicos, adoptivos), los abuelos (etc.) y por supuesto los que dedican esfuerzos a ayudar y han aprendido a enseñar a los demás a dar sentido a su vida.
Creo que la vida es un viaje maravilloso que tenemos que hacer cogidos de las manos de quienes nos acompañen. Lo mejor está siempre por llegar, bajarse en marcha no es la solución.
Creo que el arte participativo es una realidad objetivamente saludable, una auténtica barrera para la depresión:
Tocar en una orquesta, montar un blog y hablar de arte, cantar en un coro, pintar un muro, decorar la cabecera de la olas haciendo wind surfing, o llevar a un grupo de niños a un museo son algunas de las inolvidables experiencias a las que ninguna depresión nos debe aconsejar u obligar a renunciar.
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